4 FORMAS FÁCILES DE COLABORAR Y CUIDAR EL PLANETA (parte 2)
Cuidar a nuestra Madre Tierra
“Nuestra madre, la Tierra, nos pide de manera urgente que actuemos para salvarla. Los océanos se llenan de plásticos y se hacen más ácidos, el hielo en los polos se derrite, hay inundaciones, los desiertos se vuelven más áridos, los bosques se incendian, algunas ciudades padecen calor extremo y en otros sitios el invierno no se acaba. Estos y otros cambios climáticos afectan a millones de personas. Aún nos enfrentamos, por ejemplo, al COVID -19, una pandemia que tiene fuerte relación con la salud de nuestro planeta.
Las modificaciones provocadas por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad (desde la deforestación, el cambio de uso del suelo y los monocultivos, hasta la producción ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre) pueden acelerar el ritmo de destrucción de la única casa que tenemos en el sistema solar.
Este Día de la Madre Tierra es el primero que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida en la Tierra; de ellos, de su equilibrio, depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a aminorar la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero todos debemos hacer algo.
Recordemos hoy más que nunca, en este Día Internacional de la Madre Tierra, que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el medio ambiente. Promovamos la armonía con la naturaleza y la tierra. ¡Únete al movimiento mundial para restaurar la Madre Tierra!”
¿Cómo podemos poner de nuestra parte?
Justo hace un año les hablé de algunas formas fáciles de colaborar, entre ellas el consumo local, el reciclaje y mi propio huerto. Hoy quiero compartirles algunas nuevas dinámicas que hemos incorporado en casa. Definitivamente nos falta mucho por hacer, pero creo que si todos seguimos colocando granitos de arena, haremos un gran océano de posibilidades para cuidar nuestro planeta.
1.-Consumo local.
Huerto a casa se ha convertido en nuestro mejor aliado: nos traen frutas y verduras de temporada a casa, y una variedad de alimentos orgánicos o agroecológicos que nos permiten alimentarnos de la mejor forma posible. Además, nos ayudan a reciclar y reutilizar. Todos los productos que envían en vidrio, cartón o bolsas metalizadas se regresan para que puedan volverse a usar. También te aceptan tetrapak (limpio) para su reciclaje y te reciben las ecobotellas (pagando una cuota de $40 pesos que Zama utiliza para generar proyectos de construcción). Si quieres empezar a reciclar y reutilizar esta opción es increíble ya que Huerto a Casa te hace todo más sencillo. Recibes sin empaque la mayoría de los productos y lo demás solo lo guardas en tu canasta y lo entregas a la siguiente semana, cuando llega tu nuevo pedido.
Otros negocios locales que me encantan:
Casa Bruna, tiene muchos productos a granel, es rico el café, y consienten a Molcas con treats.
Botánica a Granel, también cuentan con muchos productos a granel y sus productos de cuidado personal y limpieza para el hogar son lo máximo.
Eco-lógica MX, sus desodorantes naturales son lo mejor (se los dice una yoguini que esta todo el día en movimiento), y si tiene como yo antojos salados, sus gomitas de durazno enchilado hacen sonreír a cualquiera.
2.- Reciclaje
Seguimos reciclando lo más posible en casa, lo bueno es que con el apoyo de Huerto a Casa y nuestro nuevo interés por hacer composta, cada día tenemos menos cosas que reciclar y menos basura en el bote. Lo que acumulamos lo llevamos a algún quiosco que reciba PET o a algún centro de reciclaje (encuentra el que te queda cerca en https://ecolana.com.mx/).
3.- Nuestro huerto
Sin duda es ya uno de mis lugares favoritos de casa: tener plantas comestibles no solo me ayuda a nutrir mi cuerpo, estar entre ellas y cuidarlas nutre también mi alma. Fresas, hierbas de olor, lechugas, acelgas, alcachofas y hasta bok choy forman parte de mi espacio. Además, cocinar con lo que uno ha sembrado tiene su magia.
4.- Composta
Durante años me negaba a hacer composta. Tenía la intención pero me daba miedo el olor, no sabía si tenía el espacio adecuado y, sobre todo, no sabía cómo hacerla. Un día encontré en la esquina de mi casa un camioncito súper simpático lleno de cubetas de colores, con un letrero que decía “hagamos composta”. Investigué quienes eran y ahí estuvo la solución. Hagamos composta es un proyecto increíble basado en una sola cosa: ellos hacen la composta por ti. ¡Sí! Así de sencillo. Te inscribes al programa y te envían dos cubetas, una pequeñita para que tengas en tu cocina y una grande para poner todo lo compostable que juntes en una o dos semanas. Luego ellos se encargan de pasar por las cubetas y realizan todo el proceso. Cuando entregas 15 cubetas de composta, te regalan a cambio tierra. Así que cuando reciba tierra se irá a mi huerto y mis plantas estarán aún más felices, todo un círculo virtuoso.
¿Quieres ser parte del cambio? Comenta qué actividades haces para ayudar al planeta y te regalaré una clase de vinyasa conmigo, un viernes a las 8:00 de la mañana. Solamente comenta en este blog y envíame un mail.
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Pablo d’Ors es sacerdote, escritor y fundador de una red de meditadores llamada “Amigos del desierto”. Su interés por el silencio, la necesidad de encontrar refugio en un mundo lleno de ruido, lo llevó a querer observar con detenimiento las consecuencias de simplemente sentarse a meditar o intentar meditar. Este pequeño libro es el recuento de ese viaje interno lleno de obstáculos, de esas “sentadas” y las consecuencias que poco a poco fueron trayendo a su vida diaria.